3 may de 2011

Ritmo chaqueño en la voz de Yalo Cuellar


El artista chaqueño ofrecerá un par de actuaciones, miércoles 4 y jueves 5 en el Teatro Municipal a partir de las 19:30. Estreno de su nuevo disco titulado “Segundo tiempo”.

La Paz, may 03 (OMC/GAMLP).- Sadi Jorge Cuellar Maire, conocido como Yalo Cuellar, el cantautor chaqueño que hizo gustar la música de su región en casi todos los rincones del país, reaparecerá en el Teatro Municipal con un par de actuaciones, miércoles 4 y jueves 5 en funciones de tanda (Hrs. 19:30).

La producción de su último disco, “Segundo tiempo”, lo llevó a programar este par de apariciones públicas llenas de mensajes inspirados en la cotidianidad de su pueblo y su gente. Se trata de nuevas canciones que serán una sorpresa para el público sobre todo el tema grabado junto a su colega Dagmar Dünchem.

A decir del cantautor, los encuentros en el Municipal serán también un pretexto ara revivir temas clásicos de su amplio repertorio en el que figuran “Fray Quebracho”, “Lágrimas del Pilcomayo”, “Quiero ir al Chaco”, “Un canto por la vida” y otros en ritmos de cuecas, chacareras, coplas, zambas y chamamés, temas que dicen algo del país y su gente.

A los 45 años, el conocido artista yacuibeño agradece a la vida el talento que le dio para contar historias y los hijos que heredaron esa aptitud y goce por la música. Como músico experimenta cierta desazón ante la metamorfosis del folklore que, fusionado con otros ritmos, hace que pierda su verdadera esencia. “Uno tiene que adecuarse al medio, pareciera que todo debe circunscribirse al hecho de hacer que la gente se alegre y disfrute la melodía sin importar el contenido”, agregó.

Cuellar es autodidacta, no lee ni escribe música pero compone con ese gusto especial que tiene el repertorio chaqueño. “Me inspira hasta la forma de caminar de alguien. No soy poeta pero le pongo color a las canciones, sacó a mucha gente del anonimato a través de las letras, son letras de historias populares”, señaló Cuellar.

Radicar en Cochabamba no es impedimento para dirigir una escuela de música en su natal Yacuiba donde medio millar de niños aprenden a pulsar instrumentos y leer un pentagrama. La base es lo clásico y de ahí en adelante eligen la corriente que los atrae, el programa coordinado con el municipio de esa localidad es uno de sus proyectos consolidados.

Hace trece años que el artistas vive del trabajo de compositor e intérprete, de agendar actuaciones (tiene varias programadas hasta julio) y recibir las regalías por los derechos de autor. La actividad es intensa, después de vivir la música en los teatros vienen los festivales chaqueños donde es uno de los principales animadores.

Cuellar opina que lo importante de toda carrera es producir y no quedarse pues uno no sabe qué momento le saldrá la mejor composición. “Lamento haber empezado tarde –tenía 26 cuando hice música seriamente– lo ideal es iniciarse a los 15 o 16, cuando se es permeable a muchas cosas”, subrayó.


RRM/21011

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